Durante los tiempos de la revolución mexicana, Francisco Montaño Luna salió de su tierra natal en Michoacán hacia Estados Unidos, cuando, aquejado por constantes ataques de migraña, acudió al quiropráctico; los dolores desaparecieron y, maravillado por la nueva ciencia que recién iniciaba en ese país, tomó la decisión de estudiarla. 

Fue así que recibió formación en el Palmer College of Chiropractic, en Iowa, institución pionera en Estados Unidos que cuenta actualmente con el prestigio de conservar el liderazgo en esta disciplina.

El Dr. Montaño Luna fundó en 1922 la primera clínica quiropráctica en México, que abrió sus puertas en 1922 en la colonia Roma y continua brindando servicio hasta nuestros días.Su hijo, Francisco Montaño Pizarro,  continuó con esta herencia que ha seguido impulsando la presencia de la quiropráctica en nuestro país. 

Francisco Montaño Benet ha dado continuidad a esta herencia, primero en la Ciudad de México y desde hace más de 30 años en Querétaro, en donde la clínica es atendida por la tercera y cuarta generación de nuestra familia: Francisco Montaño Benet y Francisco, Mariana y Santiago Montaño Isita.